martes, 17 de julio de 2007

XXIX-Valeriano de Tena Vances-Nuevo

Valeriano de Tena Vances
La Polaca

Ni los más viejos del lugar supieron decirme el significado de esta palabra, aunque aseguran que viene del árabe como su ruinoso castillo moro. Cuando era adolescente, ya casi en el crepúsculo vespertino, acostumbraba después de la obligada siesta, irme a la Polaca. Son unos grandes peñascos de caras planas y aristas afiladas que a mí me daban pena cuando había heladas y quedaban en la soledad invernal. ¡Tendrían tiriteos de frío, pensaba yo. Estaban, eso si, entoldados por la posición y el paraguas del mediodía de la umbría, que era su ventilador, ¡no será éste su significado verdadero?...porque allí el aire es viento, preñado de brisa suave, que siempre sopla fresco. Allí las hierbas conservan el relente de las noches claras luneras, en vomiteo continuado, rompiendo el tapizado verdoso del cesped, que allí es alfombra ilimitada...Desayunaban de sol, hasta que su giro rompía el horizonte solanero, quizás por eso las zarzas siempre estaban despiertas y sus pinchos jugosos, que hacía que sus "moras" siempre estaran de luto, al poco de nacer. ¿Por qué el negro es el símbolo de lo oscuro, de la negación, de la mortaja, de la vida...? ¿Por qué el matrimonio y la sepultura se adornan de negro? ¿Por qué la "cobija" es negra como la sotana de los clérigos?. Si ellos curan, ¿por qué su vestimenta no es clara como la de los galenos? ¿No será que no curan, sino remiendan?

Me gustaba oír en el eco de las crestas de la sierra el silbido de los trenes al pasar por el "Legio" y, como la máquina, al enfilar la cuesta del Quintillo, se quejaba y pitaba de dolor, desparramando gases...y sentía celos de aquellos caminantes.¡ Cuándo tendría yo libertad para volar!-pensaba-. Ahora, ya quizás tarde aprendí que sólo en lo azul es donde se asienta la libertad, junto al pestañeo de las galaxias... y desde lejos oía el discutir de política de los adelantados del pueblo. Me quedaba en el Calvario ¡cuántos recuerdos guardan para mí aquellas piedras!. Hasta allí llegaban las procesiones cuaresmales y allí paraban a la Dolorosa y a San José para que vieran, in situ, los campos desiertos y les dieran pena, abriendo la fontana de los cielos.Al fondo la Serena con sus cardos cerrados y reventones, con sus gamonitos escasos de peso, de corolas multicolores presentando simiente en cálices ocres...La Serena. De pastos finos y henosos es como un océano de tierra; con sus olas, que aquí siempre son doradas y verticales , balanceadas por el Solano, cargadas de ruídos sonoros de cantos grilleros, que las sierras transmiten en ondas de solfa de eco, como caracolas marinas gigantes... Huele toda ella a majadas, a apriscos, como las islas desiertas, a suero y queso nazurón, a silencio y meditación celdera, interrumpida a veces por el balar borreguil, que juguetea en las cañadas en un correteo bobo e inquieto... Los chozos de hierbas secas y bóvedas de barro con agujeros en la cima por los que se escapa el humo y la oración.

Se ve circular al carro en su recorrido orbital cual inmenso reloj celestial. Allí siempre hay volcanes despiertos, donde los negros candiles de torcida retorcida, pestañean, cual faros de costa... ¡Lo que saben los mayorales de mi tierra!, hasta de noche tienen por techumbre el cielo, y acompañan a la Estrella Polar que surca las rías del infinito. Muchas veces presencié la cura de sus "salones", esqueletos y pellejos de ovejas viejas puestos al relente de la madrugada, con salmuera, sin más herramienta que sus navajas de saltos afiladas en piedras de sus minas abandonadas... de esos materiales que atraen las nubes negras tormentosas, preñadas de rayos y agua, que luego serán torrente y refrescaran los tostados campos que, siempre, siempre tienen sed...Cuando ello acontece los gatos encrispan sus pelos, poniéndose de mal humor. Las aves llenan sus buches y todo calla en natura, que allí dicen, que fue Dios el que se enfadó. En aquellas sábanas de polvo yo vi terreno acotado en curvilinio por la larga hilera de piedras y, no obstante, hasta allí el arado penetró su cuchilla y nacieron lechugas, tomates, melones y berros. Al crepúsculo, ¡qué bien sabe el gazpacho! sobre mantel florido y en barreña curada..., y si no está a punto y se corta la masa, más vinagre y aceite sacado de los "cuernos" que cuelgan sobre las estacas fijadas al lado del camastro, arropado de pieles de ovejas difuntas.
¡Qué bien se descansa allí si uno tiene la conciencia tranquila!, porque aquello es dormir de veras, a pierna suelta, entre las margaritas y las amapolas, entre la música de las fuentes y el chillar de los arroyuelos, entre el zumbido sordo de los invertebrados, entre las piedras calladas de tanto vivir, relucientes y llenas de luna como espejuelos enormes azotados de azul... y así, porque allí se vive en el imperio de la verdad, y más cerca del Dios nuestro.. Sentía verdadero placer al sentarme sobre la gran piedra enfrente de la viña del "Poyo", y a la espalda de la cueva de la Monja, nido de gavilanes y de cuervos negros... ¡Cómo se paraban por los aires!. Atravesaban el Puerto Ancho y, ya en la solana, descansaban en las Delicias. Allí fue donde recibí el pañuelo bordado con mis iniciales y oí el canto de mi corazón...Fuí feliz, lo confieso.Tengo la esperanza, de antes de partir, volver a la Polaca y recordar,...y a propósito, no se me olvida aquella frase que decía: "Cualquier tiempo pasado fue mejor", si no existiera el futuro, añado yo.
Del libro VIVENCIAS(1.981) de Valeriano de Tena Vances.

La Flor

Me pides un verso,
¡yo no soy poeta!...
pero quieres solo eso,
que encierre en un beso
la idea linda y escueta.

Y allá va, disparada,
como muy enfadada
del arco en tensión
la poesía que corre
por la ría del renglón,
como perla, como flor.

Y llega a tí, que me miras,
muy llena de ilusión
¡que ello es ya poesía!
y da saltos el corazón.

Coges la idea, la partes,
como quiere la razón
después, como antes,
ya tienes la oración.

Y mientras tanto la musa
dormitada en su rincón,
si la quieres, la usas,
y si lo prefieres, no...

La poesía es la rosa
que, queramos o no,
siempre es salerosa
y como todas las cosas
ella sólo es mariposa
si no, no sería flor.

Y quieres una poesía
una que te haga yo,
pero era como yo temía
¡cómo engalanar la flor!..

Corre la lira despierta
embalsamada de olor
como la vida aquesta
en continuada tensión.

Dime, ¿por qué no la vives
anulando su presión?...
¿Por qué no lo haces
como lo hace la flor?

Las espinas que rodean
y protegen su calor
aunque ellas dormitean
son corolas de su flor
y, puesto que acarician

protegiendo su dolor,
son partes de su alma
no las deprecies, no
que sin ellas no serían...
¡se quebraría su flor!

La vida corre deprisa
como el río y la canción,
como el aire y la brisa
cuando entonan su canción
como el canto de los campos
arropados de ilusión

Los ángeles desde el alba
esperaban a tu alrededor
pero, ¿qué es lo que pasaba?.
¿Por qué ellos estaban
separados de su Dios...?
Dime, ¿no sería, quizás acaso
por que tu eras la flor?...
Del libro VIVENCIAS(1.981) de Valeriano de Tena Vances.

No hay comentarios: