martes, 17 de julio de 2007

XVIII-La Guerra Civil

Antes de tocar el tema de la Guerra Civil Española en Benquerencia es necesario hacer referencia a la situación de España dentro del contexto europeo, que sufría fuertes convulsiones sociales ya muy próxima al estallido de la II Guerra Mundial. Por una parte, se mantenía todavía presente el recuerdo de la I Guerra Mundial, y por otra parte provoca inquietud la oleada revolucionaria que se había iniciado en Rusia en 1917 y que tiene en Europa su reflejo, mucho más fuerte que las revoluciones de 1848, ya que ahora se había extendido también por el Este y el Sur de Europa. Parece que ante la nueva Europa sólo hay tres posibles alternativas: profundización de la democracia burguesa, o fascismo, o comunismo.

Cartel republicano

Dentro de las similitudes en la problemática el caso español resulta diferente, ya que si bien todos los problemas que encontramos en España podemos también encontrarlos en paralelo en muchos países europeos sin embargo en ninguno de ellos se acabará desencadenando una guerra civil. Si tenemos en cuenta la vertiente económica, España había sacado beneficio a la I Guerra Mundial, ya que su postura de neutralidad durante la contienda había supuesto un respiro para su maltrecha economía.


Cartel carlista

Desde el punto de vista político - social, es necesario remontarnos al período de la Restauración en España, donde poco a poco el ejército, las burguesías periféricas y el proletariado, a los que incluso se unirá a el campesinado, manifiestan su protesta al bloque dominante y de esta manera, el régimen restauracionista dejará de funcionar con sus mecanismos sociales y políticos establecidos. Estos problemas se perpetuarán en la búsqueda de un nuevo sistema de relaciones de dominación, y así, los continuos cambios de régimen político son el reflejo de los cambios que se están dando en las estructuras sociales básicas del país. De esta manera, se iniciará un largo período de inestabilidad que desembocará ya en 1937 con una crisis de las estructuras sociales españolas que se cerrará, aunque sólo provisionalmente, en 1939.

La Segunda República Española fracasó porque no fue aceptada por los grupos poderosos tanto de la izquierda como de la derecha. Los liberales, cuyas protestas consiguieron el desmantelamiento de la dictadura militar de Primo de Rivera, y posibilitaron la caída de la monarquía, resultaron incapaces de crear unos hábitos democráticos lo suficientemente poderosos para satisfacer las aspiraciones tanto de las clases trabajadoras como de las clases gobernantes. En febrero de 1936, tras 5 años de inestabilidades sociales y políticas muy acusadas, los dos bandos que para entonces se habían formado pusieron sus disputas nuevamente a votación.

A finales de 1935 empezó a gestarse una gran coalición de partidos de izquierdas que se preparaba para las elecciones de febrero de 1936 y que poco más tarde se conocería como Frente Popular. El pacto entre republicanos y socialistas pretendía un programa reformista pero desde la derecha se identificó como un pacto revolucionario. El llamado Frente Nacional o de Orden se creó para oponer sus intereses a los de las izquierdas en las elecciones más reñidas que hasta entonces había vivido España.

La larga campaña electoral que tuvo lugar entre el 4 de enero, fecha de disolución de las Cortes, y el 16 de febrero se prometía como una de las más duras que nunca España había visto. Dicha campaña estuvo al principio dominada por Gil Robles. Su fotografía de jefe con una leyenda que pedía para él "una mayoría absoluta para que pueda daros una España grande" miraba retadoramente desde los carteles de la Puerta del Sol. Sin embargo, a medida que avanzaba la campaña, se hizo evidente que los dirigentes de la CEDA no tendrían el camino tan fácil como habían supuesto. Por consiguiente, empezaron a organizar listas comunes con otros partidos de derechas, constituyéndose el llamado Frente Nacional. En la campaña electoral, la Falange quedó fuera de la alianza derechista, porque Gil Robles no pudo acceder a las peticiones de reparto de escaños que le hizo José Antonio. A pesar de todo, la Falange presentó varios candidatos que criticaron duramente el bienio cedista.

La victoria del Frente Popular sobre el Frente Nacional había elevado al poder a un gobierno débil considerado por sus propios partidarios socialistas y comunistas como el precursor de un cambio social más profundo. Del otro lado, los antiguos dueños del poder económico, dirigidos por el ejército y apoyados por la Iglesia, encarnación de las glorias pasadas de España, creían que estaban a punto de ser desbordados. Suponían que si no iniciaban una contrarrevolución serían aplastados por la revolución. El 18 de julio de 1936 las dos Españas dirimieron sus diferencias en el campo de batalla: había estallado la Guerra Civil Española.


Los dos bandos cuerpo a cuerpo

El Alzamiento empezó en Melilla. La mañana del 17 de julio los oficiales de la guarnición comprometidos en la conspiración celebraron una reunión en el cuartel general. El coronel Seguí, jefe de la Falange y del alzamiento en el Marruecos oriental, comunicó a los compañeros la hora exacta, las cinco de la mañana siguiente. Sin embargo uno de los dirigentes locales de la Falange los traicionó. El teniente Zaro rodeó el edificio donde se encontraban los conspiradores pero éstos llamaron a una unidad cercana de la Legión y ante su presencia se rindió. Los oficiales revolucionarios declararon el estado de guerra, ocuparon todos los edificios públicos de Melilla y cerraron la casa del pueblo y los centros izquierdistas deteniendo a los grupos republicanos o de izquierdas. Todos los detenidos que se habían resistido a la rebelión fueron fusilados.

BENQUERENCIA

En el año 1936 gobernaba en Benquerencia la C.E.D.A. (Confederación Española de Derechas Autónomas). Partido político fundado por José María Gil Robles en 1933.

En las elecciones del 16 de febrero se formó una coalicción de izquierdas denominada Frente Popular y salió elegido alcalde Lorenzo Hidalgo Amaya, hombre enérgico y de fuerte carácter, que supo mantener el equilibrio de los dos bandos hasta el punto de que, aparte de las dos muertes que después comentaré, consiguió que no sucediera nada grave hasta la entrada en Benquerencia de las tropas Nacionales.

Había en Peraleda un sacedote hijo de Benquerencia al que todo el pueblo le tenía en gran estima por su carácter y generosidad: Frutos Tena Amaya. Con él vivía su hermano Antonio de 17 años.
A Frutos le gustaba mucho la caza y el trayecto de Peraleda a Benquerencia o viceversa lo hacía andando o, mejor dicho, cazando. Siempre llegaba con algunas perdices o liebres que regalaba a los más necesitados de cada Pueblo.


Frutos y Antonio Tena

Cuentan que un día próximo al comienzo de la guerra fueron a verlos, en bicicleta, seis o siete amigos de Benquerencia. Allí organizaron un partido de fútbol y cuando éste acabó Frutos invitó a sus amigos a una gaseosa. Ante el asombro general se dirigió a la "Casa del Pueblo" y cuando entró todas las personas que allí había(de izquierdas) se levantaron a saludarle.

Al comenzar la guerra los dos hermanos se marcharon a Benque- rencia donde vivieron en la sierra algún tiempo. El día 3 de septiembre de 1936 trataron de enlazar con las Tropas Nacionales a través de la Serena. Al llegar a la finca de Huertas Grandes se pararon a descansar en una casa de pastores semiderruída. Por aquellos contornos había unos pescadores, que, preguntados por los milicianos, les delataron sin saber quienes eran. Los llevaron a Castuera y al día siguiente los trasladaron a Malpartida donde fueron fusilados en el cementerio. Frutos tenía 33 años.

Frutos pidió a sus ejecutores que le fusilaran a él primero pero éstos le contestaron que no podían cambiar el orden y no le hicieron caso.


Bunker de la 14 Cª Z . al lado de la vía férrea

Se comenzó a construir un campo de aviación en los Tachones y, al mismo tiempo, cuatro refugios para protección de los trabajadores. Consistían en galerías subterráneas estibadas con maderas de las encinas que arrancaron y que cortaban en un aserradero de Cabeza del Buey. Se construyó una carretera de acceso al campo que hoy es la actual carretera del Puerto.

En la sierra había un observatorio donde se instaló una línea telefónica y se avisaba mediante señales acústicas a los soldados que trabajaban en el campo de aviación de la llegada de los aviones enemigos.

Los detenidos de "derechas" estaban en la Ermita de San José y cuando el Jefe de la Guardia de Asalto, el capitán Medina, avisaba con un alguacil de su visita a Benquerencia con fines poco caritativos, Lorenzo les abría la puerta y pasaban aquella noche en sus casas. Al capitán Medina le decía que no había presos y le enseñaba la Ermita vacía.


Queipo de Llano

Benquerencia fue Zona Republicana hasta Julio de 1938 que fue cuando entraron en el pueblo las Tropas Nacionales. Días antes los dirigentes socialistas del Comité Revolucionario se habían marchado al Alamillo y se alojaron en el cortijo de La Perdiz. Cuando terminó la Contienda se presentaron en el pueblo. Fueron detenidos y juzgados quedando todos en libertad, excepto Lorenzo Hidalgo.


Lorenzo Hidalgo
Cuando las Tropas Nacionales ya estaban en la Serena y se veía la inminente toma del pueblo Lorenzo Hidalgo salió de Benquerencia por el camino del molino del Pajarero. Al entrar en el molino le avisaron unos milicianos de que los soldados nacionales estaban allí mismo. Salió corriendo por la puerta trasera. Le vieron y comenzaron a dispararle. No le hirieron pero se le rompió la hebilla de una de las zapatillas y se dio un enorme golpe contra el tronco de un olivo.
Como pudo trató de llegar un poco más abajo porque sabía que por allí pasaba el "camino de carros de Magacela". Lo consiguió y tuvo la suerte de que un señor de ese pueblo lo reconoció y lo subió al carro.

Al acabar la contienda se presentó en Benquerencia donde fue detenido y juzgado en Castuera siendo puesto en libertad.

Posteriormente volvió a ser encarcelado e inició un largo y penoso recorrido por las cárceles de Castuera, Trujillo y Almendralejo donde en el año 1943 fue fusilado en compañía de otras nueve personas.Los pusieron en fila, él estaba el último, y cuando les tocaba el turno les decían que se volvieran de espaldas. Él no se volvió y les contestó: "Los hombres mueren de frente, cara a cara.

Observatorio del Castillo

Refugio de los Tachones

VÍDEOS BAJADOS DE INTERNET

Preparativos de la Guerra Civil:



La Guerra Civil:


La Legión Cóndor vualve a Alemania:


Campo de concentración de Castuera:


Último discurso de Franco:

Bono de Trabajo de Francisco Espinosa Pallarés, estaba destinado en la Compañía de Blindados de Helechal, sargento republicano y al final de la guerra, teniente.
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Aquí os pongo algunos recortes del libro LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE BADAJOZ en la que aparecen bastantes benquerencianos 



 







Elecciones en Benquerencia año 1931


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