martes, 17 de julio de 2007

XVI-Iglesia Nuestra Sra. de la Asunción

La Iglesia tiene planta basilical de una sola nave, con portada gótica, compuesta por un arco ligeramente apuntado con decoración de bolas y molduras que se extienden por todo el arco.
La fachada principal, reformada, aparece fabricada en sillares de granito y encalada.

El resto de la construcción alterna la sillería con la mampostería junto con tongadas de ladrillos.

Todo el edificio presenta contrafuertes fabricados en sillería y mampostería rematados en cuñas.
Los paños entre contrafuertes se rematan con arcos rebajados de ladrillos, el remate general de la fachada lo forma una pequeña cornisa de ladrillos con aparejo en dientes de sierra de tradición mudéjar, sobre ésta que actúa como alero se apoyan las tejas.


Pila Bautismal de origen bizantino

Entre el ábside y la nave se alza la torre, de planta cuadrada, fabricada en mampostería y reforzada en sus laterales con sillería. Está dividida en tres cuerpos, los elementos de separación son: una banda de ladrillos en forma de dientes de sierra divide el primer cuerpo del segundo, una moldura de piedra divide el segundo del tercero. Es del siglo XVI.

Todo el conjunto remata en pináculos y copulín semiesférico de fábrica de ladrillos, con esbelta pirámide truncada con bola y cruz de forja. La torre es del tercer tercio del siglo XVI de estética manierista, con aire herreriano por su sobriedad y la decoración en bolas.

En el interior aparece un único espacio cubierto de bóvedas que apoyan sobre arcos fajones ligeramente apuntados y soportando a éstos gruesas pilastras.

El ábside está cubierto con una bóveda de arista con nervios de cantería, que representa motivos florales en las claves y rosetas en los nervios. La unión del presbiterio con la nave se resuelve con un arco fajón que presenta molduración, repitiéndose en las pilastras la decoración de bolas.

A la derecha se encuentra la sacristía, cubierta de una bóveda de rosca que apoya sobre pechinas.
A los pies del templo y apoyado en dos fustes de mármol se encuentra el coro, fabricado en artesonado de madera.

Dentro de la Iglesia encontramos:

La pila bautismal realizada en piedra agallonada, apoyada en un robusto tallo igualmente de piedra. El material utilizado es granito visto, consta de un pie de base poligonal y una pila circular. El pie tiene decoración de cuatro bolas. La pila tiene doble fila de gallones 38 en la parte superior y 39 en la parte inferior. En el interior el fondo está pulido y la superficie picada.Tiene un ancho de 94 cm y de largo 1m. Estamos estudiando su posible origen bizantino.

La pila del agua bendita consta de un capitel de mármol blanco y un pie también de mármol. El capitel está decorado al estilo gótico con cuatro conchas mascarones, con dos órdenes de hojas en el equino. El material utilizado es el mármol blanco. La pila aparece decorada en su parte inferior con motivos vegetales muy desgastados. En la parte superior, junto al borde, aparecen cinco conchas y una cara femenina. Como cimiento de restauración


Ábside de la Iglesia

presenta una fina capa de cemento, probablemente echada para unificar la superficie, que suponemos se encontraría muy deteriorada.Tiene un ancho de 38 cm y un largo de 1m.

La piedra funeraria se encontraba en el presbiterio y está hecha de granito. Es de forma rectangular, dividida en dos partes bien diferenciadas: La parte superior que aparece enmarcada. En su interior existen grabados con caracteres ilegibles y una posible figura de mujer en posición lateral. La parte inferior está compuesta por una inscripción, muy deteriorada, de la cual son legibles los siguientes caracteres:

ESTESS SEPUL CROES DETRODIS

No es un texto epigráfico ya que las palabras aparecen al completo. Su altura es de 1,65 m y su ancho 50 cm.

Aparecen ánforas en el techo de la Iglesia

Apenas iniciadas las obras y retiradas las cubiertas de tejas, tanto del Presbiterio, como de la Sacristía de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Benquerencia, se ha detectado la existencia, entre la bóveda y la techumbre, mezcladas con tierra seca, de numerosas ánforas de cerámica y otras vasijas de barro cocido, colocadas de forma invertida. El hallazgo ha provocado la paralización de las obras y la existencia de cábalas sobre su contenido poniendo el descubrimiento en manos de la Consejería de Cultura que ha enviado algunos arqueólogos. Ante las ilusionadas cábalas, muchas de ellas mezcladas con la posibilidad de fabulosos tesoros, el párroco de la localidad D. Mariano Chamizo Vargas salió al paso de ellas en la misa. La deducción más lógica, según el arquitecto Lucio Fernández, es que se trate de una técnica, ,auditiva, ya utilizada en el siglo XIII. Dichos envases de barro logran crear un espacio vacio entre la bóveda y la techumbre, que impiden la resonancia de los sonidos, o bien un aligeramiento de peso cumpliendo así, siete siglos atrás, la misma función que hoy realizan las bovedillas huecas.


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